25/05/2020 | Deja un comentario Grace Vendienne es una joven proveniente de Sudáfrica, uno de los países en vías de desarrollo mejor asentados del mundo. Ella estudia Medicina en la Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus, y por algunos años ha estado en contacto con el sistema de salud cubano. Sus palabras a continuación detallan pormenores de la respuesta de salud cubana a la pandemia, visto desde una perspectiva distinta, sin complacencias y con objetividad, en un momento donde los datos confirman la exactitud de la estrategia tomada por la isla, para evitar la excesiva propagación de la pandemia de coronavirus en la nación. Grace, las organizaciones internacionales mencionan que Cuba posee un fuerte sistema primario de salud, el cual resultó un baluarte para contener la pandemia en sus estadíos iniciales. ¿Cómo lo observas tú que has estado en contacto con la salud cubana durante varios años? La atención primaria de salud cubana es muy buena. Casi todo el mundo recibe el mismo tipo de atención a este nivel de medicina familiar, porque la estructura del sistema está diseñada con una óptica de prevención y atención directa de las personas en los barrios. El caso de Sudáfrica es un poco diferente. Como resulta típico en este tipo de países existe centros de atención de salud públicos manejados por el gobierno, y además se encuentran los privados. La gente en mi país no le tiene mucha confianza al sistema público, que suele ser el más barato, a veces gratis, porque para empezar tampoco son muy confidentes del gobierno, es decir, no confían mucho de las cosas que están a cargo del poder público. Además, mucha gente no está cerca de los centros asistenciales, viven en comunidades alejadas, lo que dificulta la respuesta en momentos de una pandemia. Con respecto a la pandemia, ¿cómo observaste en Cuba la aplicación de medidas iniciales para contener el virus, y en el caso de Sudáfrica también cómo acontecieron? Desde el punto de vista de aislamiento social, creo que los dos países lo han estado haciendo de manera muy similar. El cierre de actividades públicas, sociales y de aglomeraciones fue bastante precavido en ambas naciones. Por otro lado, creo que aquí la conciencia de la gente ha sido mayor con respecto a los peligros de la enfermedad. Las personas se han preocupado más por la pandemia, porque además el trabajo constante de los medios de comunicación les ha ido alertando continuamente. En Sudáfrica ha sido distinto, y aunque igual la gente tiene idea de lo que enfrentan, no manejan el mismo tipo de alerta que el cubano promedio. ¿Los tratamientos por coronavirus cómo resultan en Sudáfrica? Como te venía diciendo, los hospitales privados, donde está la mejor atención, cobran por el tratamiento pero también van allí los que pueden hacerlo. El resto de la población acude al sistema público, que no es malo pero no inspira el mismo tipo de confianza que otorga aquí. Y sobre el resto de medidas que se aplicaron para contener la pandemia en Cuba ¿cuál es tu visión? En Cuba respondieron de manera más rápida al coronavirus que en Sudáfrica, por ejemplo. Aquí las medidas iniciales de aislamiento social fueron dictadas con más agilidad, además que el cierre de servicios no esenciales de la economía resultó con más premura. Con unos pocos casos de la enfermedad el gobierno cerró las fronteras, y ese nivel de respuesta no ha sido lo más típico en la mayoría de países del mundo. En mi opinión la rapidez en la respuesta inicial cubana a la pandemia influye mucho en el número de casos que observamos hoy, y en la evolución general de la enfermedad en la isla. * Sudáfrica es una de las economías más fuertes de África, con una población de más de 58 millones de habitantes. Actualmente posee 22 583 casos confirmados de Covid-19, y 429 fallecidos por tal causa. Departamento de Extensión Universitaria–25/05/2020